Me gustaría compartir este artículo de El País por varios motivos, porque me lo recomendaron a mí, porque está de actualidad con relación a los temas que toca y porque de algún modo guarda relación con la idea de hipertexto y documentación, o quizá no, eso depende de cómo nos posicionemos frente al concepto de hipertexto.
Para explicar un poco más
la noción de hipertexto, como yo la entiendo, tendría que contradecir
ligeramente el artículo firmado por Carlos Moreno Hernández. El concepto de hipertexto, acuñado por Ted
Nelson en 1963 tuvo un momento en la historia reciente en la que fue nuevo.
Pero como tenemos la mala costumbre de tener memoria y utilizar los conceptos
con carácter retroactivo se renombró un viejo hábito del ser humano innovar,
improvisar.
Curiosamente 1963 es también el año de publicación
de Rayuela y es posible que Cortázar
no fuera del todo consciente de estar escribiendo su novela como un hipertexto pero después, la teoría de
la literatura decidió categorizarlo como tal. Cortázar experimentaba, al igual
que Italo Calvino con su El castillo de
los destinos cruzados o como mucho
antes hizo Borges en 1941 con El jardín
de los senderos que se bifurcan. Puede parecer banal mencionar estas
novelas experimentales pero entre tanto cruce y bifurcación nos llevan a un concepto
crucial: enlace cuyos significados nos remiten a la idea de unir, enlazar. Eso
es la función de los enlaces en internet. Una acepción un tanto olvidada de
enlace nos remite a los viajes. Enlace era punto de un recorrido dado en que
los viajeros debían cambiar de vehículo o medio de transporte. En este caso
podemos cambiar o no de página pero la “ruta” de todos modos, está prefijada
por alguien.
Etimológicamente proviene del latín (in- +
laqueus< de laqueus (lazo, trampa)) Link ya es una historia diferente pero
mantiene la idea de cruce, articulación del alemán Gelenk.
De un modo similar los
actuales buscadores funcionan a modo de archivo bibliográfico, de índice donde
buscamos una información determinada, solo que Google y otros similares se
supone que nos han hecho la vida más fácil. Mentira, lo que nos han hecho es la
búsqueda más rápida, más acotada, pero sólo si queremos, es una posibilidad que
podemos desechar, igual que entrar en una biblioteca, aunque una diferencia
sustancial es que en estos tiempos casi resulta una obligación de protocolo
entrar en esa gran biblioteca hipertextual que es la web. Y ahora aún por
encima hacer vida social en ella.
Quizás Derrida, con su deliciosa provocación
estaba en lo cierto y “no hay fuera del texto” sólo que a día de hoy parece que
no hay fuera del hipertexto. Todos formamos parte de esa gran lectura colectiva
en la que leemos y somos leídos. Lo de Derrida claro está era una forma de
desafío dialéctico, posiblemente pronunciada con la intención de despertar a
los académicos de la teoría literaria y de paso dejar su huella en la historia
de la crítica literaria con una frase cargada de pirotecnia y artificio, algo
que sin duda consiguió. Pero en teoría, y en las teorías, Internet, la red de
redes, es otra cosa, de ahí que leyendo una de las citas del artículo de Carlos
Moreno las ideas del Deconstruccionismo aparecen a la inversa, como si la creación de textos en
internet fuese un campo abonado a la construcción ilimitada en múltiples
ámbitos. Construcción teórica, terminológica, creación de nuevos métodos y
técnicas de análisis. Alguien vendrá para deconstruirlo en un futuro.
Pero dije que iba a hablar
del artículo de Milagros Pérez Oliva “Culpables de ser pobres” como un posible
ejemplo de hipertexto pero también como un exponente de hipertexto mejorable
porque aquí leemos todos pero en el fondo, como señaló una compañera, autores
son unos pocos y nos dirigen por donde quieren que vayamos.
Después de una primera
lectura, una, que no sabe donde tiene la derecha ni la izquierda, no sabe con
qué mano digerirlo exactamente. La autora no termina de posicionarse y las citas
de Montserrat Ribas nos despistan hasta que se encuentra cierta luz. Así que con las dos manos nos metemos de lleno
en el texto. Al margen de valoraciones subjetivas acerca del valor del
reportaje todos los enlaces nos conducen a otras noticias del país salvo dos
donde nos dirige a la página principal de la universidad Pompeu Fabra y a la
fundación EXIT.
Pero las ideas de este
texto no son del todo nuevas así que podemos intentar abrir un poco el texto y
convertirlo en un hipertexto mejor. La idea de “crisis como una catástrofe
natural” o el capitalismo del desastre no es un concepto tan novedoso como
podemos leer en el siguiente enlace http://www.naomiklein.org/shock-doctrine/reviews/profiting-disaster-capitalism
con lo cual se abriría una dimensión completamente nueva de la noticia. Es un
ejemplo muy simple pero como este encontramos más, todos los días en cualquier
página cuya ausencia de relaciones desconocemos si es deliberada o puro
desconocimiento.
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