En las líneas que siguen a continuación me propongo comentar
los motivos por los cuales considero que el artículo de José Antonio Marina,
aunque muy certero en algunos aspectos, pierde intensidad y puntería en otras cuestiones a
pesar del prometedor arranque. El resultado es una evaluación bien preparada
pero que nos sabe a poco, como aprobar con 5 una maría. Podría darse mucho más
de lo que se ha dado.
La comparación de la sociedad con un organismo vivo, con sus
partes integrantes como si fuera tal cual uno de nosotros puede tener
partidarios o detractores pero no es nueva. Esta analogía subyace en las teorías
de Herbert Spencer cuyo ensayo The Social
Organism publicado por primera vez en 1860 en The Westminster Review aventuraba una de las firmes posturas de la
sociología que se nutre de la noción del evolucionismo y la biología. Pero ya
antes, entremezclado con el Transcendetalismo esa idea de la sociedad como un
ser vivo emergía como metáfora literaria en algunos escritos de Ralph Waldo
Emerson. Lo que si resulta quizás más
novedoso es esa idea de, como organismo, asignarle la capacidad de tener enfermedades. Esta idea resulta no solo original sino
también muy apropiada para los tiempos que corren pero suscita también una
pregunta. ¿Desde cuando esa enfermedad? ¿Es que podemos hablar de algún momento
en el que ese organismo del que hablamos haya estado sano, más vigoroso, sin
necesidad de expertos con o sin bata mirando el pulso? Posiblemente nunca, pero
si lo que se apunta es a un momento anterior en el que su estado de salud y los
diferentes indicadores de crecimiento, robustez y buen color de ese organismo
prometían un crecimiento sin límite, estaría bien señalarlo, no vaya a ser que
nos creamos que la del bienio pasado fue la mejor de las sociedades.
Posiblemente para algunos sí, para muchos otros ni tan delgado ahora ni tan
gordo entonces. A la salud y no sólo a ella me refiero.
Por otro lado, su visión del cuerpo sin defensa, sin
protestas, sin señales de rechazo resulta una visión un tanto bizca. Si nos
ceñimos sólo al contexto español, el movimiento 15 M se convirtió en la
manifestación, literal y metafórica, de como algunos de los miembros de ese organismo
señalaban posibles causas patógenas. Posiblemente no fueran más que los últimos
extremos de ese gran cuerpo social pero a lo largo y ancho de este país, y de
otros, la repulsa fue bastante clara.
Dijeron en su momento que fue algo que
nadie esperaba, pero por lo visto también fue algo que, algunos al menos, no
quisieron ver. Y siguen sin verlo.
Si no fuera porque el 25S le
cogió fuera de imprenta me gustaría saber que fue aquello para el señor Marina.
Los que no estamos acostumbrados a manifestaciones, cargas policiales y demás
el 15M supuso, al menos en sus inicios, una posibilidad de tocar el cambio con
la punta de los dedos, un acercamiento infantil, improvisado y utópico, pero un
acercamiento, a la farmacia de guardia.
Alguna que otra portada sirvió de
placebo para pensar que algo se curaba… hasta que las cosas siguieron igual
y llegó el 25 de septiembre de 2012 que ya pareció otra cosa, menos infantil,
más curtido, como un cuerpo que convulsiona. Pero esas quizás no son
manifestaciones ni rechazo, puede que sean solo delirios de enfermo.
Puede que la sociedad: obreros, funcionarios, estudiantes y masas de pensionistas no sean los más
idóneos para castigar de modo ejemplar a los que están detrás de los guardaespaldas que están detrás de los
cuerpos superiores de la policía nacional, que están detrás de los policías
novatos que están detrás de las vallas y detrás del cordón que pone NO PASAR frente a la sociedad que
está detrás de sus chaquetas y paraguas.
Fuentes:
Adams, Brooks “The Evolution of
Social Revolutions” [en línea] Proyect Gunteberg <http://www.gutenberg.org/catalog/world/readfile?fk_files=1477345
> [Consulta 28 octubre 2012]
Adams, P. Richard "Emerson and the organic metaphor" [pdf] JSTOR <http://www.jstor.org/stable/pdfplus/460132.pdf> [Consulta
29 octubre 2012]. Resulta relevante por lo que apunta de metáfora del
organismo en la literatura norteamericana y como la idea del
Trascendentalismo en la narrativa de ficción introduce conceptos que se
ponen en relación con las teorías funciaonalistas.
McTaggart J. Ellis. “The Conception
of Society as an Organism” [pdf] International Journal of
Ethics , Vol. 7, No. 4 (Jul., 1897), pp. 414-434 Published by: The University of Chicago Press <http://www.jstor.org/stable/2375756 > [Consulta 29 octubre 2012]
Spencer, Herbert “Essays:
Scientific, political and speculative” [pdf] Proyect Gutenberg <http://www.gutenberg.org/files/29869/29869-h/29869-h.htm>
[Consulta 28 octubre 2012] (pags. 265-308)
Imágenes:
<hispaniclondon.wordpress.com>
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